Como siempre repetimos en este espacio, los contratos por diferencias nos brindan la posibilidad de ganar unos euritos, no sólo actuando sobre las variaciones, tanto al alza como a la baja, de las monedas, sino también mediante la inversión tanto en acciones como en índices.
Es por ello, que a continuación les comentaremos las perspectivas que se están manejando en el mercado en torno a la renta variable japonesa y el yen, ambos medios accesibles al
inversor que utiliza contratos por diferencias.
De acuerdo a lo expresado por los expertos, en el comportamiento de la renta variable obtenemos indicios del comportamiento futuro de la moneda de un país, y viceversa.
De este modo, la semana pasada se vislumbró la dicotomía entre el comportamiento del Nikkei y la cotización del yen, tendencia que terminó confirmándose esta semana con el fortalecimiento de la moneda nipona.
Este fortalecimiento, tanto frente al euro como al dólar, no muestran señales de agotamiento, por lo que a corto plazo se espera que la tendencia continúe.
Actualmente los valores del yen están oscilando en zona de soportes, en torno de los 126,50. En caso de que este soporte sea quebrado, el yen potenciaría su movimiento, pudiendo alcanzar mínimos cercanos a los 113 yenes por euro, como ya ha marcado el pasado año.
Este comportamiento, sin duda, tiene su correlato en los movimientos de la renta variable japonesa, indicándonos que las bajas no han hecho más que comenzar.
Si por el contrario, el soporte no fuera perdido, sino que el movimiento de la cotización del yen quebrara su tendencia, o se mantuviera en la zona de filtro de los 124,40 podríamos deducir una corrección
menor en la renta variable japonesa y con ello aprovechar la oportunidad que daría un posible movimiento al alza de la renta variable internacional.